Yo soy Sergio. Soy el primer residente en Casa Lázaro México.

Gracias a Dios, tengo casi 70 años. Tengo una historia de vida un poco complicada.

Estuve en prisión casi 27 años por un doble homicidio que yo cometí hacia 2 personas, 2 policías que fueron los que secuestraron, violaron y mataron a mi única hija cuando ella tenía 17 años.

Eso fue en 1993.

Cuando salgo a principios de este año, me encuentro con una situación de calle desde Marzo.

Y no fui, sino hasta, cuando descubrí y me encontraron, mejor dicho, en Casa Lázaro, donde pude, a través de ellos y gracias a la bondad de Dios, cambiar mi vida.

Soy un hombre, que, aunque tengo mucha preparación académica, no sirve de nada en las calles cuando uno no quiere.

Pero cuando me encuentro con Casa Lázaro, ellos me ayudan, por respeto, por cariño, por amor, a cambiar mi vida, a darme una palmada en la espalda, a impulsar, a no dejarme caer. Por eso, yo fui el “escogido”, por así decirlo, como primer habitante en Casa Lázaro. Es una enorme responsabilidad, porque en mí están puestas muchas esperanzas, y la, fundamentalmente, es una esperanza que Dios me dio. No volvería yo a hacer lo que hice, porque es un pecado, pero Dios, en su GRAN misericordia, me perdonó porque mi arrepentimiento es grande y sincero, y nació del corazón.

Sí es importante mencionar que estos ángeles, Tatianna, David, Juan Carlos, Jessica, todo el mundo, me ha acogido, me ha dado amor, y yo no podría, ni niego, ni puedo, ni quiero decepcionar, porque no voy a decepcionar a ellos.